Título: Virxilio Vieitez
Lugar de celebración: Espacio Fundación Telefónica, Fuencarral 3, Madrid
Fechas: 7 de febrero al 19 de mayo de 2013.
Temática: Fotografía
Más información: http://espacio.fundaciontelefonica.com/exposiciones/virxilio-vieitez/
Valoración: Virxilio Vieitez, como fotógrafo local, como fotógrafo de pueblo, retrato, no solo a sus paisanos, sobre todo aquellos instantes más deslumbrantes de cada familia: bautizos, comuniones, bodas y la muerte. Eran días de fiesta y de luto, pero al fin y al cabo era la vida, lo que ocurría cotidianamente en aquel rincón conocido y dominado a través de su objetivo.
La exposición recoge una selección del trabajo de Vieitez, 250 instantaneas.
Destaca la colección de retratos familiares, como los individuales. Todos, delante de una ingenua tela blanca, de una pared o en su estudio, nos muestran los rostros de una época, intensa, pero dura de Galicia y de nuestro país. Mujeres y hombres, a través de su piel, o de sus ojos, demuestran la dureza de aquellos años.
Uno de los espacios expositivos, nos enseña, no un laberinto, sino un bosque de con las almas capturadas de sus vecinos.
Niños, jóvenes, adultos y ancianos les cuesta posar. No saben cómo hacerlo. A pesar de vestirse con lo mejor que tiene, les cuesta entregar su alma al fotógrafo. Las composiciones familiares son asombrosas, demuestran, entre otros aspectos, el baby boom de la España de los años sesenta, casi todas las familias son numerosas. Otras visten luto riguroso, sobre todo los miembros femeninos.
Costumbres, vestidos, peinados, vehículos, calles casi vacías de coches, bueyes trabajando, los oficios en el pueblo, las fachadas de las tabernas con los anuncios de Kas o Mirinda, una cartelera de cine, etc., las fiestas populares, banquetes, un conjunto de imágenes hoy desparecidas, pero perpetuadas por el fotógrafo.
La mayor parte de las fotografías son en blanco y negro. Una textura que se corresponde con la época documentada. Al final de la muestra, con una impactante ruptura, aparece una pequeña selección de imágenes en color. Hemos pasado de un mundo a otro, pero algunas costumbres se mantienen, como la serie de novias retratadas en sus casas, posando con el ajuar, con los regalos de boda, incluidos los sobres con billetes pinchados ordenadamente en la pared. Ahora, salvo las novias, encontramos una diferencia en la psicología de la gente, han adquirido más naturalidad ante la cámara.
Los fotógrafos de estudio, tanto los de los barrios, como los de los pueblos, son testigos fieles de la evolución social de cada lugar, pero sobre todo del cambio de mentalidades. Es una suerte que aún se conserven fondos como el de Virxilio, un archivo que esconde un fondo con 50.000 negativos que se corresponde con el periodo 1953-1980
Catálogo: Lucas, A. et al., Virxilio Vieitez. Vigo: MARCO, 2011.