Guionista: Ted Rall
Ilustrador: Ted Rall
Género editorial: Cómic
Género temático: libro de viaje, comic periodismo
Temática: Guerra contra el terrorismo, Guerra de Afganistán
Edición consultada: Paris: La boîte à bulles, 2004
Edición original: NBM, 2002.
Páginas: 128
Formato: rústica con solapas
ISBN: 9782849530153
Sinopsis: Narración en primera persona del trabajo como reportero de Ted Rall desarrollados en Afganistán a finales de 2001.
Relato: Ted Rall nos regala un libro doble, con las partes diferencias y cubierta específica.
Periodista y conocedor de la región fue uno los primeros reporteros llegados a Afganistán a finales 2001, cuando Estados Unidos comenzaba su campaña militar como consecuencia de los atentados del 11-S.
Sus reportajes como periodista independiente, que también incluyen aspectos vinculados con su oficio, fueron publicados en la revista Village Voice. Trabajos que también incorporaron fotografías y viñetas. Esta es la primera parte del libro. En la segunda, tenemos un cómic de 52 páginas de estilo autobiográfico, aunque el estilo estaría más cercano a los libros de viajes, pero con tono cercano al cómic periodismo. Desde estos puntos de vista se sumaría a las líneas abiertas por Joe Sacco o por Guy Delisle.
El cómic tiene un estilo muy personal, centrándose en la labor y las dificultades por las que deben pasar los reporteros de guerra, como las negociaciones de los precios para el transporte, traductores, residencias, pero fundamentalmente en los peligros, con la pérdida de vidas humanas entre los periodistas. Esta narración en primera persona demuestra, precisamente los peligros a los que se enfrentan estos profesionales cuando deciden cubrir conflictos bélicos.
Diseño ilustraciones: El cómic tiene una presentación en blanco y negro. Los personajes tiene un perfil de tipo figurativo, casi nariz; tanto que en ocasiones existen dificultades para distinguirlos. El mismo estilo se emplea para el delineado de los espacios interferirse o exteriores. Apenas existen sensación de movimiento o dinamismo, la historia ciertamente tiene un carácter plano. Igualmente, la necesidad por contar las peripecias del autor o por aclarar los contextos, los bocadillos dominan la viñeta. Por otro lado, por cada página, tenemos dos o tres líneas de viñetas, con una o dos viñetas por línea.