Piñuel Raigada, J.L., Gaitán Moya, J.A. y Lozano Ascencio, C. (2013) Confiar en la prensa o no. Un método para el estudio de la construcción mediática de la realidad. Salamanca: Comunicación Social Ediciones y Publicaciones.
La principal virtud de este libro es que nos empuja a recapacitar sobre la principal función de la prensa: informar honestamente sobre los acontecimientos. Y aunque sus páginas tienen un tono muy academicista, con una propuesta profundamente doctrinaria, creo que es una lectura aconsejable. Nuestra interpretación se centra en el debate sobre dos conceptos, a priori equivalentes, confianza y prensa, que hoy en día, por desgracia, parecen antagónicos.
La estructura narrativa se plantea a través de una estructura ordenada en dos partes. Previamente en la introducción, observamos un principio desalentador, y que se expresa de la siguiente manera. Desconfiar de la prensa no es sinónimo de rechazo de la información. Sin embargo, el lector estaría obligado a la lectura de un mayor número de periódicos con el fin de comparar el discurso y a buscar fuentes alternativas. En cualquier caso, el lector muestra un profundo interés por la actualidad -tanto de la más cercana, como de la más remota-, por el acontecer, por acontecimiento, por el día a día (p. 11 y 18).
En la primera «Periodismo y dominio histórico de existencia», está vinculada a una profunda reflexión sobre el acontecer. La explicación, a veces formulada en términos filosóficos, indaga en la relación entre el acontecer y el individuo, lejos de indagar en el concepto del acontecimiento desde la Historia; aunque la prensa reconstruya para la comunidad una realidad contextualizada.
Sin embargo, el historiador o cualquier investigador que busque la realidad social a través de prensa, cuando analice cualquier cabecera trabajará la mediación de los medios entre el acontecer y el individuo (p. 47). A favor de la prensa aparece, precisamente, la capacidad de mediación social del periodismo, pues cubre con regularidad la actualidad, dando a conocer los acontecimientos más cercanos.
Precisamente, el acontecimiento seleccionado por la prensa aparecerá señalado como transcendente, por tanto deberemos entenderlo como un acontecimiento periodístico. La toma de decisiones por un hecho u otro, da visibilidad a unos -existencia- e ignora el resto -silencio-. Es decir, para la prensa sólo existen ciertos acontecimientos, el resto queda fuera del acontecer.
Así la veracidad parece asociarse a una serie de términos, acontecer social, entorno social, actualidad, acontecer público y acontecer publicado, con matices muy interesantes como consecuencia del medio de difusión empleado: papel o Internet.
La segunda parte del libro es intensa. Otra serie de presupuestos teóricos sirven de introducción a la aplicación práctica de todo lo expuesto anteriormente. El capítulo 5 sintetiza el esfuerzo de los autores: Metodologías. Análisis de contenido del discurso auto-referente en la prensa y Delphi con periodistas de fuentes y medios (pp. 96-134). Del preámbulo a la metodología, queremos trascribir literalmente algunas reflexiones de los investigadores.
«Los medios de comunicación intervienen, sobre todo, en la imposición de discursos hegemónicos que construyen y actualizan continuamente las imágenes de la fragilidad social, y también hacen uso, aunque en menor medida, de discursos canónicos que contribuyen a establecer normas para afrontar los riegos sociales mas previsibles; hay que decir que cuantas más referencias al peligro se proponen y cuantas mas percepciones de amenazas se representan en sus relatos, se generan con más inmediatez las relaciones básicas de miedo en aquellas personas más desvalidas ante la complejidad de los discursos, como es el caso de los niños y las personas incultas» (p. 90).
«La verdad comunicativa se construye por la edificación incesante de la confianza y fiabilidad de las referencias en los discursos sociales, los cuales incesantemente se ponen a prueba por las prácticas relevantes del sujeto genérico y que incesantemente renueva la vigencia u objetividad de los objetos de conocimiento, incrementando y renovando así el saber y el hacer en cada dominio de existencia histórico, el cual a su vez va cambiando por el cambio y reproducción de nuevos objetos de conocimiento y práctica por parte de los sujetos, y generando así nuevos criterios de confianza o fiabilidad en los discursos sociales» (p. 91).
«El sistema actual de comunicación social transforma y devalúa la verdad, y por consiguiente, la exigencia de contrastar la información. ¿Qué es verdadero y qué es falso? Si todos los medios de comunicación afirman que algo es verdadero, entonces, por mayoría, ¡será cierto!, aunque sea falso. Es decir, si la información no contrastada se toma por objetiva, y si además periodísticamente aparece como significativa porque se la supone de interés general para las audiencias, entonces será validad a todos los efectos» (pp. 92-93).
Finalmente, a través de las conclusiones generales, se plantean cuestiones básicas, pero no menores, sobre la responsabilidad social y la coherencia de la virtuosa práctica del periodismo.
El libro se cierra con un doble anexo que incluye el libro de códigos y protocolo de análisis, junto al cuestionario de las rondas de Delphi.
Recapitulando, creo el esfuerzo de los autores por plantear un modelo de análisis de la prensa en notable. El objetivo principal busca la definición de una metodología que nos encamine a calibrar la honestidad de la prensa, junto a su inercia por crear realidades mediáticas. La conclusión, y principal finalidad, es la de plantearnos una gran pregunta: podernos confiar en la construcción que los medios nos trasmiten con respecto a los acontecimientos publicados.
Versión editada de la reseña: https://www.academia.edu/5288083/Confiar_en_la_prensa_o_no._Un_metodo_para_el_estudio_de_la_construccion_mediatica_de_la_realidad